PARTICIPACION ESTUDIANTIL

EL ACCIONAR DEL CENTRO DE ESTUDIANTES DE LA FADU EN ESTOS AÑOS



1. Razones y dilemas

A continuación exploraremos los motivos que impulsan a los estudiantes a participar en política en el ámbito universitario, y más específicamente, por qué lo hacen en el cogobierno. Como ya lo hemos dicho, el período que estudiamos es rico en cambios respecto a las prácticas políticas de los estudiantes. Tanto el escenario de crisis, como la caída de la agrupación de raigambre radical Franja Morada que por 18 años fue hegemónica en la conducción de la gremial estudiantil FUBA, son el escenario para la aparición de nuevos actores con ideas y propósitos novedosos respecto a la política, como se observa en la primer parte del capítulo. Asimismo, sostenemos que esta renovación impulsa el surgimiento de conflictos entre estudiantes y profesores que durante los años de auge de Franja estuvieron apaciguados, de esto nos ocuparemos en la segunda parte del capítulo.

La mayoría de nuestros interlocutores posee una mirada bastante instrumental de la democracia en la universidad, ya que ésta toma cuerpo en una determinada "forma de gobierno". La democracia adjetivada, esto es, la universidad que es democrática, lo es porque abre sus espacios de poder, invitando a distintos aspirantes a intervenir en los procesos de toma de decisiones: "La democracia universitaria permite que un tipo como yo, y una agrupación como la mía, podamos ser miembros del cogobierno". Para definir al cogobierno y la democracia universitarios los estudiantes precisan apelar a la democracia nacional. Así, la democracia nacional se convierte en un marco de referencia cuya finalidad consiste en concentrar todos los elementos indeseables y corruptos reconocibles en la vida de este régimen político. Como ocurre con los procesos de identificación, la necesidad de definir un otro, un límite, una frontera, es fundamental para poder dar cuenta de la identidad propia. La democracia universitaria encarna virtudes y potencialidades, al tiempo que se ve acechada por el peligro de imitar los vicios que se corroboran en la práctica de la democracia nacional. Es por ello que un estudiante afirma que la democracia en la universidad debería ser:

"(un) Mecanismo participativo, donde todo, o la mayoría de la comunidad universitaria. tiene su espacio de decisión y participación en el gobierno. Un lugar donde todos tengamos nuestro espacio de participación real y directa en las decisiones que hacen al futuro y al presente de la universidad.La universidad debería buscar, respetando sus reglas internas, la forma de hacer una democracia real, participativa y directa, y no una democracia delegativa, representativa como la que hay ahora".

La principal cualidad de la democracia universitaria es el pequeño número del demos. A diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, el ámbito universitario permite proximidad e intercambio entre representantes y representados: "al ser pocos, te conoces". Lo cual no sólo permite aceitar los mecanismos para canalizar demandas, sino también, otorga -o podría otorgar- elementos de control de la gestión. En un ámbito de proximidad, el elector tiene la posibilidad de controlar directa y personalmente la calidad de la representación, pudiendo penalizar a sus representantes por incumplimientos o irresponsabilidades. En este sentido, un consejero nos comenta que se encuentra trabajando con su agrupación para presentar un proyecto de "revocabilidad de los mandatos de los consejeros directivos".

Para algunos, la democracia universitaria además de ser deliberación por medio de los representantes, es "algo que se construye desde abajo". Las asambleas, los cursos, los espacios de discusión entre estudiantes, ahí está para ellos la verdadera democracia: "la democracia la veo sólo en el Centro de Estudiantes". Sólo un puñado trasciende la concepción instrumental para destacar atributos como la autonomía, la libertad de cátedra o el ingreso irrestricto, como otra de las formas en que la universidad puede ser caracterizada como democrática.



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Algunas definiciones sobre el cogobierno y la democracia en la universidad de Buenos Aires

El gobierno colegiado forma parte de la cultura institucional de la universidad. La Universidad de Buenos Aires y el resto de las universidades públicas, no se conciben sin la existencia de un órgano colegiado, expresión de una diferenciación funcional (alumnos, docentes, personal administrativo, graduados). Dicho órgano es el encargado de tomar las decisiones que luego se traducen en políticas académicas al interior de la institución. Por él pasa todo tipo de decisión: desde los asuntos de orden burocrático hasta los de carácter sustantivo en materia de política académica.



Algunos autores han sugerido que es posible homologar los cuerpos colegiados con las cámaras de representantes a nivel nacional (Mazzola, 2004)27. Esto es así no sólo por sus competencias en cuanto a la toma de decisiones, sino también debido a la representatividad dada por la presencia de los diferentes sectores de la universidad, lo cual la equipara en algunos aspectos a la democracia representativa (Naishtat et. al, 2005).



Los representantes estudiantiles comparten subjetivamente esta lógica, al interpretar que los cuerpos colegiados de los que participan son la expresión de la democracia en la universidad: "La democracia en la universidad representa la forma de manejo.