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Gastronomía

Cocina y espumantes

Maridar un vino con un plato significa buscar que ambos se destaquen y se complementen, y así evitando que ninguno desvirtúe al otro. Las opciones suelen confundir. Algunas normas existen que pueden dar una buena base sobre la que construir su vino y el repertorio de las comidas. Y También la textura y el aroma de los platillos tiene que ver con esa decisión de cuál es el vino que acompaña a los alimentos. Es muy importante conocer cómo se prepara el plato y cuales son los ingredientes que lo componen, y saber bien las características degustativas del vino que se escoge. Estos conocimientos básicos sobre gastronomía y vinos son requisitos indispensables para aprender a manejarse en el tema, la elección correcta del vino de acompañamiento. A continuación nueve maridajes para acompañar con espumantes.

Opcionales

Elegir el vino y la comida como un profesional

La confianza siempre triunfa sobre la sabiduría convencional. Pero a veces puede fallar. Siguiendo algunas de las pautas sensatas puede usted el seleccionar vinos que traerá lo mejor a sus comidas. si trae a casa un vino especial o dos y queremos hacer una comida, las sugerencias abundan.

Nueve maridajes que nunca fallan

Quesos: Sea con espumantes jóvenes, frutales e intensos o con vinos delicados y evolucionados, el rango de quesos no fallan.

Frutas secas: De avellanas a almendras, de damascos turcos a higos, brevas y pistachos, todos combinan con los espumantes.

Pollo: Una pata de pavo o una codorniz grillada pueden ser una cuesta arriba al hora de comer. Es mejor recurrir a las pechugas.

Pescado: Con una corvina, un lenguado o unas trillas, tenés un viaje en primera clase. Nada de preparlos con salsas pesadas.

Sushi: La ligera gratitud del salmón, el atún o el lenguado encuentran en la acidez de los espumantes.

Fiambres: Una buena lámina de jamón crudo, bresaola o lomito de cerdo, le viene como anillo al dedo a los espumantes.

Carnes rojas: Un buen carpaccio de lomo con alcaparras con un hilo de oliva, te vas a dar cuenta que hay reglas que hay que romper..

Ensaladas: Por ejemplo, rúcula y radicheta van de primera, también sus combinaciones con un queso parmesano, portobelos, de paltas.

Postres helados, cremas: helado de dulce de leche, o de una torta cheescake a la hora del vino espumante en materia dulce.