1990

Los códigos de la década anterior fueron desplazados con el inicio de los 90 con el surgimiento del grunge. Se buscaba una mayor rebeldía con vestidos largos sin talle; pantalones amplios y pesados borcegos. Al igual que los años 80, los 90 comenzaron con mucho glamour, sobre todo por las Top Models, que hicieron un gran aporte convirtiéndose en estrellas y las idolatraban como si fueran diosas. En los 90 las mujeres estaban agobiadas de las exigencias de las poderosas “mujeres trabajadoras” y comenzaron a pensar que para obtener buenos resultados debían ser altas, esbeltas y seductoras. Muchas chicas jóvenes rechazaban el estilo de trabajo duro de sus madres y prefirieron pasarla bien con una pequeña carrera profesional. Una época de crisis que no podía ofrecer demasiado dejó de lado también a las supermodelos que resultaban sumamente caras y para una quebrada industria textil. Pronto comenzó a surgir una contracorriente: había arribado el Grunge, que mostraba un fenómeno antimoda, con mujeres desaliñadas y mal combinadas. Este movimiento duro poco, pero sin embargo el desconstructivismo perduró en la moda. Luego de esto, la frescura natural regresó a la moda. Las mujeres debían lucir tan naturales como cuando recién salían de la ducha, el aspecto discreto era el más aceptado.