En cuyo y Nuequén

Esta zona fue habitada por los comechingones, los sanavirones, los pehuenches y los puelches. Los comechingones recibieron tal denominación por parte de los conquistadores españoles, quienes entendían que dicha palabra aludía a un grito de guerra. Habitaban el cordón montañoso ubicado entre las provincias de Córdoba y San Luis. Formaban pequeños grupos independientes, al mando de caciques. Los grupos de población más numerosa fueron los de las áreas de Quilino y Ongamira y los valles de Punilla, Calamuchita, Río Cuarto y Río Primero. Vivían en chozas construidas sobre pozos a ras del suelo, con entradas muy pequeñas para conservar el calor interior y protegerse de las inclemencias del tiempo. Fueron uno de los pueblos más destacados en la elaboración pictográfica, legando grabados y dibujos en el interior de numerosas grutas. Los sanavirones pertenecían al grupo amazónido y en su avance sobre el territorio del río Dulce (que incluía también la depresión de Mar Chiquita) sometieron a los huarpes (de origen comechingón). Vivían en casas muy grandes, donde albergaban a varias familias, construidas con vegetales y ubicadas en lugares de cardones y arboledas que les servían de protección. Eran agricultores, aunque también practicaron la recolección, la pesca y la caza. Para esta última recurrían a la macana, una suerte de garrote triangular con una protuberancia en un extremo, también usada como arma de guerra.

Los pehuenches habitaron el sur de Mendoza y la región cordillerana de Neuquén. En lengua araucana, la voz pehuén significa pino y che: gente, es decir que el nombre alude a la "gente de los pinares". Su alimento principal era el piñón del que extraían harina para hacer pan y para obtener una bebida alcohólica similar a la chicha, una vez fermentada. Los puelches habitaron el norte de la zona en Mendoza. En la lengua araucana el término significa "gente del este". Tenían a la algarroba como dieta principal; de allí el mote de "algarroberos". Pehuenches y puelches, quienes pertenecían al grupo huárpido, eran cazadores de guanacos y ñandúes, así como recolectores de semillas, entre ellas: algarroba, molle y piñones de la araucaria. Con la conquista, comenzaron a comer caballos. Vivían cerca los bosques para acceder fácilmente a los frutos, en toldos de cueros sostenidos por ramas. De ese material era también su vestimenta, que combinaban con plumas, aros de cobre o plata y pintura en rostro, brazos y piernas. Cada tipo de atuendo o complemento tenía su significación: duelo, guerra o paz.