En el año 1883, el Presidente Julio Argentino Roca presenta un proyecto
de Ley al Congreso de la Nación, el cual propicia una "colonia penal
al sur de la República". En su mensaje a los legisladores alude a los
buenos resultados obtenidos con iniciativas similares por Francia en
Nueva Caledonia y Argelia y por Inglaterra en Australia.
La ley no se había sancionado cuando, en 1884, llegan los primeros presos
civiles a Ushuaia. Son elegidos por sus aptitudes físicas y por sus
habilidades manuales para la instalación de una estación de la Prefectura
en Tierra del Fuego y en Isla de los Estados y para la construcción
de un Faro.
Al frente de la misión está el Coronel de Marina Augusto Laserre quien,
el 12 de octubre de ese mismo año, funda Ushuaia, vocablo de la lengua
de los aborígenes Yamanas que significa: "bahía profunda hacia el Oeste".
A los pocos días, el Presidente Roca promulga la ley por la que se organiza
los Territorios Nacionales en nueve gobernaciones. Una de ellas es Tierra
del Fuego. Y el 27 de junio de 1885, por decreto, fija en Ushuaia la
capital de la gobernación más austral.
A fines de 1895, el Congreso sanciona la Ley 3.335 cuyo artículo 1º
dispone: "las penas correccionales o de prisión que los jueces de la
Capital Federal y Territorios Federales impongan a los reincidentes
por segunda vez, serán cumplidos en los Territorios Nacionales del Sur
que el Poder Ejecutivo designe al efecto". El 3 de enero de 1896, se
designa al territorio de Tierra del Fuego para el cumplimiento de dicha
Ley y se encomienda a su gobernador el proyecto de construcción y la
reglamentación del Penal. Pocos días después, en instalaciones provisorias
y absolutamente precarias, se habilita en Ushuaia la Cárcel de Reincidentes.
En los primeros meses del siglo, el Penal recibe a sus primeros habitantes.
Son condenados a pena de presidio, un peldaño anterior a la pena de
muerte según el Código Penal de la época. Se trata de reclusos de la
peor calaña, la hipótesis de colonización pierde sentido. El ingeniero
Catello Muratgia, segundo director del penal, comienza la construcción
definitiva de un establecimiento carcelario adecuado y el 15 de septiembre
de 1902, coloca la piedra fundamental.
Por Luciana Maldonado
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