La Porteña
Si hablamos de los orígenes del sistema ferroviario argentino, nos remontamos
al momento en donde un grupo de empresarios construyo una primera línea
ferroviaria que avanzaba durante 10 km desde la Ciudad de Buenos Aires
hacia los suburbios. En 1857 se realizó el primer viaje entre la estación
del Parque y la localidad de Floresta, en Buenos Aires con la locomotora
“La Porteña”. Era de la casa The Railway Foundry Leeds, Inglaterra.
Un carro tirado por 30 bueyes la llevó del puerto a la estación. El
rodado era del tipo 0-4-0 ST, alcanzaba una velocidad cercana a los
25 km/h y pesaba 15.750 kg. Permaneció en actividad hasta agosto de
1889, luego se la utilizó por 10 años sólo para maniobras.
En la actualidad se la exhibe en el Museo Provincial de Transportes
que forma parte del Complejo Museográfico Provincial "Enrique Udaondo"
de la ciudad de Luján, junto con uno de los vagones de madera. Plena
de elegancia llegó de Londres junto a los vagones que completarían nuestro
primer tren, la bautizaron “La Porteña”.
Era una pequeña locomotora, veterana de la guerra de Crimea, construida
en 1854. Vino en el vapor Borland, que arribó en la Navidad de 1856,
ante una inmensa expectativa. Pero nada comparable al que se produjo
unas semanas más tarde, cuando desfiló por las calles de la Ciudad en
un enorme carro, tirado por treinta caballos. Unos días después, llegó
del extranjero un maquinista, para llevar a cabo un primer ensayo. Las
pruebas fueron exitosas, y se convino como fecha inaugural de nuestro
ferrocarril, el sábado 29 de agosto.
Partió de la Estación del Parque (actual Plaza Lavalle), avanzando entre
dos hileras interminables de público y, envuelta en una música festiva
que partía del primer vagón. Llegó a Plaza once de Septiembre, corriendo
a la increíble velocidad de 24 km. por hora. El tren pasó por Caballito
y, poco después por San José de Flores, cuya iglesia la saludó con el
jubiloso repique de sus campanas. Durante los terribles días de la fiebre
amarilla, en 1871, la valerosa Porteña, arrastró a los vagones que llevaban
al recién inaugurado cementerio de La Chacarita, los cadáveres de las
víctimas.