En 1901, Don Celestino armó en un taller de Buenos Aires un vehículo para cuatro pasajeros dotado de un motor a vapor de 6 HP con una autonomía de 12 horas a marcha regular. En su construcción, que demandó tres meses, fueron empleados componentes de origen europeo y nacionales.

El automóvil encargado especialmente por Enrique Anchorena, recibió una amplia cobertura en los medios de prensa locales que incluía fotos y datos técnicos, donde se destacaron tanto el esfuerzo del constructor como las cualidades del vehículo. Ese mismo año y conducido por Juan Cassoulet ganó la primera carrera de automovilismo de Argentina realizada en el Hipódromo Argentino.

Aprendió el oficio de carpintero, ingresando luego a Ferrocarriles Argentinos, donde despierta un gran interés en la mecánica. En 1896 construye un rudimentario torno, con el cual realiza algunas piezas que formarían el primer automóvil construido en el país. Le lleva 4 años construir su vehículo (1903-1907), en la ciudad de Campana. Por iniciativa del Ingeniero Arnoldo Lucios la legislatura de la Pcia. de Buenos Aires instituyó el último domingo de Noviembre como Día del Automóvil Argentino, y a la Ciudad de Campana como cuna del Automóvil Argentino. En 1977 el automóvil Iglesias se inscribe en el Registro de la Propiedad Automotor como primer automóvil producido en el País.
Se recibe con honores de Ingeniero en la Universidad de Buenos Aires, teniendo entre sus docentes al prestigioso Ingeniero Otto Krause. En 1904 es uno de los impulsores del Automóvil Club Argentino. En 1907 funda el Touring Club Argentino, año que viaja a Europa a participar de un curso de perfeccionamiento en la fábrica Isotta Fraschini. En 1908 obtiene la representación de Isotta Fraschini en un local de Arenales 1806, donde instala un horno para fundir bronce y aluminio. En 1909 es nombrado Vicepresidente de la Sociedad Científica Argentina, año que es convocado por su amigo Jorge Newbery para presidir la comisión técnica del Moto Club Argentino.

En 1986, con mayor precisión el 29 de enero, se celebró el centenario de la motorización. Esto es, de la creación del automóvil, si entendemos por tal un vehículo liviano y práctico, movido por un motor de funcionamiento constante y parejo que debe formar parte del diseño o concepción total del vehículo. Descartemos los esfuerzos anteriores, de los que hemos dado una muy somera idea ya que son innumerables los intentos por valerse de la fuerza del viento, del vapor o del músculo por lograr hacer realidad el sueño de la locomoción. Dejaremos también de lado al suizo Isaac de Rivaz, al belga Jean Joseph y Etienne Lenoir.

Lo cierto es que, a cien años del acontecimiento, aún se discute su origen auténtico. Los franceses reclaman para si el mérito, discutiendo el nombre y la nacionalidad del inventor. Para ellos son, de acuerdo a la patente que obtuvieron el 12 de febrero de 1884, Edouard Delamare Debouteville y León Malandin. En 1984 Francia celebró el centenario del automóvil con una exposición gigante en el Gran Palais de París.