Al margen de ser el más visitado por ser el único que se puede ver desde tierra, su principal atractivo son las frecuentes rupturas, a veces desprendimientos de pequeños trozos de hielo, a veces de importantes paredes. Estas se deben a que el frente se encuentra a poca profundidad, haciendo que la presión que ejerce por avanzar se contraponga con el freno que encuentra en su base.
A este glaciar solo se accede navegando, ya que se encuentra en la zona del brazo norte del Lago Argentino.
Su principal atractivo es, además de su tamaño (varias veces mayor que el Moreno), el tamaño de los bloques que se desprenden de su frente. Son bloques enormes, generalmente mayores que las embarcaciones con las que se recorre la zona. Esto se debe, supuestamente, a que su frente se encuentra a una mayor profundidad que el Moreno, y el agua que va por su base debe ser mayor (no se sabe con exactitud, pero se cree que su frente no estaría apoyado sobre tierra, sino flotando), teniendo con esto menor presión a la hora de avanzar.