En el período 1976-1983, la dictadura militar utilizo la publicidad no sólo para "adoctrinar a los ciudadanos y legitimar su accionar", sino también para desmentir a los organismos de derechos humanos, y denuncias que llegaban desde el extranjero, catalogandola una "campaña antiargentina". Este programa publicitario, se apoderó de todos los medios de comunicación existentes en el momento: diarios y revistas, tv, radio y publicación callejera. El spot más recordado en tv, es el de una vaca triste, en el cual una voz en off decía: "Argentina, tierra de paz y de enorme riqueza. Argentina: bocado deseado por la subversión internacional. Trató de debilitarla para poder dominarla. Eran épocas tristes y de vacas flacas. Hasta que dijimos: ¡basta, basta de despojo, de abuso y de vergüenza!. Hoy, vuelve la paz".
La propaganda del estado jugó un papel crucial en la construcción del pensamiento social, teniendo a los medios de su lado y utilizando a las personas como seres de plastilina para moldear. Entre las agencias publicitarias que participaron se encuentran Lowe, De Luca y Casares-Grey. Otro famoso slogan muy recordado: "Los argentinos somos derechos y humanos", del cual todavía no se sabe con certeza su autor, debido que nadie se hace cargo de él. Jorge Schussheim, músico, guionista y publicitario, declaraba a principios de los 80: "Un día, Emilio Massera me mandó a llamar. Estaba en una mesa rodeado de rubias despampanantes, y me dio a entender que una campaña mía para el gobierno, ''Argentina mi amor'', era lo que me estaba salvando la vida".
Para el mundial '78 el gobierno militar contrató a la agencia publicitaria multinacional Burson Marsteller & Asociados. Este exceso de recursos y de dinero fue puesto para silenciar y desmentir los hechos aberrantes que sucedían en ese mismo instante. Pablo Llonto explica el método estrategico de Burson: "La agencia había concentrado sus actividades de propaganda en dos tácticas: la utilización de los íconos argentinos que mejor impacto tenían en el extranjero y el soborno escondido de periodistas a los que se los invitaría a escribir sobre 'un país distinto' (…) Para el segundo paso, Burson elaboró listas de periodistas americanos y europeos a los que se podía embarcar en primera clase, alojarlos en los más elegantes hoteles y rodearlos de acompañantes que los convencerían de la paz argentina." Otra estrategia muy recurrida, era incluír personajes del espectáculo y del deporte (Fangio, Carlos Monzón, Guillermo Vilas, Carlós Balá, entre otros).
Algo parecido ocurrió con el conflicto de Malvinas. Los medios desdibujaban la realidad, un spot llamaba a que cada uno se concentre "en lo suyo, defendiendo lo nuestro". Y los periódicos celebraban un supuesto triunfo en las Islas Malvinas, en las tapas se leía la frase "¡Vamos ganando!". "Es entonces, cuando empezaron a aparecer avisos que llamaban a concretar "un cambio de mentalidad", en 1980, y que luego tendrían una cara visible en la figura de Emilio Eduardo Massera, quien en afiches proponía "una Patria Grande, Justa y Solidaria", con su Partido para la Democracia Social (PDS) , allá por 1983." La democracia, trajo consigo la publicidad política, tal como se la conoce hoy.
Desde 1930, grupos políticos usaban este medio para hacerse propaganda, pero la dictadura hizo un mal uso de ella, tal vez es por eso que actualmente se ven "obligados" a recurrir a programas de tv bizarros y reducir el voto presidencial a un concurso de baile o un reality show.