Nació en 1871, llegó a Bs As después de recorrer varios países europeos. Traían como bagaje los ideales que abarcaban en ese momento gran parte de Europa. Llegaron a la Argentina en 1880 en medio de una gran corriente mi- gratoria. Los inmigrantes más politi- zados, se agrupaban por afinidad ideológica y nacionalidad.
   En razón de su intervención, el Partido Socialista le acercó su programa de reivindicaciones que incluía: sufragio universal, ley de divor- cio, reforma de la enseñanza, ins- trucción laica, gratuita y obligatoria, igualdad civil para ambos sexos y para hijos legítimos e ilegítimos, entre otras.
   Aun sin afiliarse al partido, Alicia comenzó en ese momento a dar conferencias en la Sociedad Luz, dedicada a la propaganda política y la enseñanza popular. Fue la primera mujer del partido dedicada a esta tarea.
   Dedicada mucho tiempo a la enseñanza, reivindica los principios científicos y la libertad como fun- damento de la educación y la laici- cidad de la enseñanza. En su práctica política recorre conventillos y se revela como una gran oradora y orga- nizadora. En 1910 funda el Ateneo Popular, “una asociación de extensión secundaria y universitaria”, y es elegida su
secretaria general. Su actividad política continúa con la campaña del Centro Socialista por la jornada de ocho horas. Fue la cuarta mujer en recibirse de médica.
   En 1910 es una de las or- ganizadoras del Primer Congreso Femenino Internacional y en 1911 inicia la campaña para crear escuelas para inmigrantes.
   En 1918 funda la Unión Feminista Nacional, tratando de unificar el Centro Socialista y el Consejo Nacional de Mujeres.
   Una de sus primeras actividades fue apoyar el proyecto de emancipación civil de la mujer del senador socialista.
   La principal actividad política de Alicia consistió en luchar por el derecho a voto de las mujeres y la defensa de todos los derechos femeninos, cosa que hizo hasta su muerte en 1986 a la edad de 101 años. Un grave desencuentro histórico separó a Eva Perón y a Alicia Moreau, porque en los dichos y en los hechos sobre los derechos de la mujer no estaban alejadas.
   En la vejez, Alicia encontró otra bandera por la que luchar.
   Acompañaba a las Madres de Plaza de Mayo en sus rondas apoyándose en el bastón que detestaba porque le mostraba su debilidad y dependencia.
   Fue una mujer política, feminista, pacifista.