Es importante generar un proceso de comprensión de las relaciones entre el espacio-tiempo concreto en el que la familia desarrolla su vida, los modos de habitar (eje social) y la producción del hábitat (eje técnico), de manera de poder intervenir desde la arquitectura en el proceso social.
En la instancia de relevamiento, intentamos dar cuenta de estos aspectos, tanto a escala domestica como barrial.