Durante todos estos doscientos años se han presentado varios cambios a la hora de referirnos a la comida. No sólo cambios en lo que consumimos, si no también en la forma de realizar los distintos platos. Han habido cambios en el tipo de ingredientes en la cocina, también cambios en las las costumbres a la hora de sentarse a la mesa, el tema de los horarios, no sólo cuándo comer, si no cuánto tiempo dedicarle a la comida y cantidades de los platos argentinos.

No olvidemos que hoy en día también la diversidad de productos que podemos encontrar en las góndolas de los supermercados es inmensa, la cantidad, calidad y diversidad de éstos crece cada día mas, eliminando todo tipo de fronteras a los alimentos de otros países.

Haciendo un recorrido en este período histórico podemos recordar que hacia principios del siglo XIX la abundancia y variedad eran las reglas generales a la hora de la comida. En las casas de familia, los platos básicos eran la olla podrida - puchero-, una gran cantidad de vegetales, carnes asadas (fundamental en la ingesta diaria de un argentino) y pescados provenientes del río.

Entre los platos y recetas típicas podemos nombrar la sopa de arroz, el matambre, el asado, diversos guisos, la carbonada, las albóndigas, todas estas comidas se comen muy poco hoy en día, y esto es principalmente por la cantitad de tiempo que demanda la preparación de estos platos.