Desde fines del siglo XIX hasta principios del XX, una inmigración masiva llegó a la Argentina. Esta nueva población se estableció mayormente en las ciudades de la costa y algunas ciudades del interior. Los recién llegados buscaron formas originales, para expresar esta experiencia singular. Las tres expresiones artísticas originales nacidas en el seno de esta nueva sociedad desvinculada del resto del país fueron el tango, el sainete y el filete. Cada una de estas expresiones hace referencia a un aspecto de la vida de estos inmigrantes.El filete es la que representa la celebración de la prosperidad en el trabajo. El filete fue la manifestación decorativa de los medios de transporte de los trabajadores de los mercados de abasto principalmente, compartida por todos los comerciantes de alimentos. Este arte al principio se circunscribió a la decoración de carros, más tarde a la de camiones y finalmente también a la de colectivos (término argentino para designar autobuses). Es probable que el hecho de pertenecer a un grupo cerrado, el filete no haya sido advertido por el resto de la sociedad hasta 1970, cuando el arte tenía ya casi un siglo de vida. El fileteador Ricardo Gómez, amante también del tango, define al filete de la siguiente manera: "Si Discépolo dijo que el tango es un pensamiento triste que se baila, el filete es un pensamiento alegre que se pinta". >>leer más

 

 

Fuente: "El fileteado porteño", Maizal Ediciones