Entrando al Siglo XX al finalizar las constantes guerras interiores se estabiliza la situación política y con el gobierno en manos de liberales, la literatura se hace cosmopolita.
Parte considerable de los escritores estaria compuesta por autores pertenecientes a olas inmigratoria de europeos, hacia un país cuyo pasado data de escasas décadas. Producen en castellano pero que, tras esta lengua que podemos denominar expuesta posee rasgos de francés, italiano, ingles y alemán.
El realismo de Argentina se distancia del europeo, porque no se funda en filosofías profanas que investigan la realidad con expectativas de ciencia.
Desde las épocas de conquista los vínculos con lo religioso fueron importantes, principalmente predominando el catolicismo. La lengua literaria de los argentinos, por razones históricas, es el español.Influye incluso la tendencia al anarquismo cristiano de Tolstói.
Estos escritores tienen, más bien, una orientación nacionalista que los lleva al regionalismo, descentrando por primera vez la literatura argentina de su fulcro de irradiación portuario.
La literatura gauchesca inciciada por el uruguayo Hidalgo, a imitación del habla campesina de una población iletrada, supuestamente gaucha, por unos poetas ciudadanos, gente de la alta burguesía y la buena sociedad: Hilario Ascasubi, José Hernández y Estanislao del Campo.