La creatividad social enriquece la extensión

Dialogamos con el equipo de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Avellaneda, a cargo de Liliana Elsegood, para revisar las tendencias y las prácticas que se están forjando en torno a la relación de las nuevas Universidades con la sociedad
La tradicional transferencia de conocimiento está reformulándose con nuevas formas de construir saberes y fortalecer vínculos solidarios con organizaciones de la comunidad. En la UNDAV han “curricularizado la extensión” dentro del trayecto formativo integrador, obligatorio para todas sus carreras. De esta manera, el trabajo social comunitario lleva a transformar el aprendizaje de alumnos y docentes desde el inicio de la carrera, y deja improntas en el posterior ejercicio profesional, en sintonía con recientes resoluciones de la Secretaría de Políticas Universitarias y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). _Liliana Elsegood encara su labor “Desde mi formación, que ha tenido un acento puesto en la militancia y la gestión pública”, lo cual mirando a la extensión universitaria para la integración de un proyecto institucional, necesariamente se realiza en clave territorial, atento a los problemas sociales actuales de la comunidad”. “De esta manera, aportamos a la formación de los estudiantes en su relación con el territorio. Que aprendan de la reflexión y las prácticas sociales para mejorar el entendimiento en su posterior desempeño profesional”.
La extensión forma parte del trayecto educativo Como parte del equipo de Extensión UNDAV, Ignacio Garaño apunta que “no creemos en el saber como de laboratorio, en un lugar cerrado y físicamente apartado de la sociedad, y repensamos el rol de la extensión en su vinculación con la sociedad y sus organizaciones, produciendo encuentros que acompañan el trayecto formativo de nuestros estudiante. Generamos instancias propicias de diálogo de saberes, encuentros formativos donde recuperamos las experiencias y los conocimientos que se generan en los sectores populares, y ayudamos a solucionar problemas actuales”.
Liliana retoma: “Necesariamente, revisamos el criterio tradicional de “acreditación de saberes”: para algunos casos, especialmente en trayectos de investigación, hay que tener muchos pergaminos para trascender en prácticas académicas, pero en otros, también entran en juego la capacidad de aprender de la lógica del territorio, de la vida cotidiana, de cómo las clases populares resuelven sus problemas con originalidad, con el desarrollo de capacidades o uso de recursos no convencionales. Si de paso, por la capacidad particular de nuestros alumnos y docentes, le aportan cuestiones que han estudiado o desarrollado en las aulas; le dejan a esas organizaciones algún saber que construyeron, producen transferencia o agregación de conocimiento, buenísimo. Pero lo principal es que nuestros estudiantes conozcan la experiencia territorial y aprendan otros saberes organizativos, otras prioridades”.
Trayecto curricular integrador de Trabajo Social Comunitario en UNDAV Liliana: En esta Universidad, la extensión universitaria está curricularizada como asignatura obligatoria para todos los alumnos de cualquier carrera. Nos interesa mucho que los alumnos aprendan en primera persona, con experiencias directas, especialmente sobre problemas o situaciones vinculadas con políticas públicas de restitución y ampliación de derechos en la realidad cotidiana. Tenemos un primer nivel de aula, donde se trabajan aspectos teóricos sobre el sujeto social, procesos históricos, etc., y luego otros dos o tres niveles más de acuerdo a la duración de cada carrera (las tecnicaturas tienen dos niveles y las licenciaturas tienen tres niveles) donde se participa en proyectos de extensión.
“Si bien estamos haciendo algo nuevo, no somos del todo originales, porque la redefinición de la extensión universitaria no es algo aislado, se articula en un proceso de cambio de época que atraviesa a nuestro país, a Latinoamérica, y de maduración de las prácticas sociales. Es importante que este trayecto curricular se haga desde el comienzo de cada carrera, porque de otra manera, con varios años de formación previa, si el estudiante “va al territorio” en uno o dos cuatrimestres antes de recibirse, llegaría a relacionarse con la sociedad desde un anclaje de tradiciones disciplinarias difícil de conjugar”.
Somos una Universidad Nacional, la mayoría de nuestras prácticas las tenemos a no más de media hora de nuestras sedes, por una facilidad de traslados de los estudiantes, pero tenemos actividades en Avellaneda, La Boca-Barracas y en 2014, seguramente en localidades de Distritos vecinos.
Preveemos que la matrícula de la Universidad va a seguir creciendo, por las muevas promociones de alumnos y las nuevas carreras que se suman, así que seguramente incorporaremos más experiencias. ¿Qué otras actividades ha organizado la Secretaría de Extensión? Liliana: Además de una variedad de vínculos institucionales y culturales, me parece destacable que hemos sido la primer Universidad en hacer convenio con el Ministerio de Educación para tener el Plan FINES. Ahora se han sumado varias más, en este Plan que ha sido fundamental en el logro de nuevas situaciones de igualdad. No es que prestamos las aulas: nos involucramos directamente en organizar y facilitar que cualquier persona de la comunidad que no terminó sus estudios secundarios pueda hacerlo en nuestras sedes. Ahora tenemos 170 alumnos que han retomado y cursan acá el secundario y ya se reciben los primeros 45. Son tres años de cursada presencial, donde el acompañamiento docente resulta importante y muy gratificante.
También abrimos una comisión donde participan chicas de la comunidad transexual. Es muy emocionante esta restitución de derechos. Porque el maltrato y la expulsión que han debido pasar estos ciudadanos o ciudadanas argentinas ha sido espantoso; las chicas la han pasado tan mal, tienen miedo después de tanto maltrato, que ahora encuentran un espacio donde no se discrimina, donde se las respeta. Entonces ahora se preguntan: ¿por qué no podemos ser universitarias? Esto nos da mucha felicidad, porque después de lo que pasamos en nuestro país, no esa fácilmente imaginable que ahora podamos construir esto. No sé si se puede transmitir la sensación de qué significa restituir derechos, la alegría compartida por el logro de otros que antes no hubieran podido pisar una Universidad. Este tiempo de construcción es muy estimulante, y somos muy afortunados de vivir este proyecto integrador.
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Dialogo de saberes, experiencias de aprendizaje en acción:
Aprendizaje en acción
Proyecto de Extensión Inclusión Educativa

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