Las normas que conforman este Marco Regulatorio están basadas, tal como es universalmente aceptado, en principios y métodos científico-técnicos. Estas normas estipulan el análisis de riesgo como método para garantizar el uso seguro de los OGM en el ámbito agropecuario. Este análisis consta de tres fases: la evaluación de los riesgos, su gestión y monitoreo, y la comunicación.
En líneas generales, las
regulaciones comprenden a
las actividades con OGM
que derivan de la aplicación
de la biotecnología moderna.
Los OGM comprenden
vegetales (OVGM), animales
(OAGM) y microorganismos
(MGM).
El marco regulatorio
acompaña el desarrollo del
producto desde las primeras
liberaciones experimentales,
a fin de anticiparse a
cualquier efecto no esperado
que ese OGM pudiera
producir.