Se llama cambio climático (también llamada inestabilidad climática) a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Son debidos a causas naturales y la acción de la humanidad. El cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos de la atmósfera.

La deforestación es el proceso de desaparición de los bosques o masas forestales, fundamentalmente causada por la actividad humana, tala o quema de árboles accidental o provocada. Está directamente causada por la acción del hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para la agricultura. Mientras que la tala de árboles de la pluviselva tropical ha atraído más atención, los bosques secos tropicales se están perdiendo en una tasa substancialmente mayor, sobre todo como resultado de las técnicas utilizadas de tala y quema para ser reemplazadas por cultivos. La pérdida de biodiversidad se correlaciona generalmente con la tala de árboles.

Nuestro planeta se enfrenta a una acelerada desaparición de sus ecosistemas y a la irreversible pérdida de su valiosa biodiversidad. El ser humano, al igual que el resto de los seres vivos del planeta, forma parte de este sistema y también depende de él. Además, la diversidad biológica incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie y la variedad de ecosistemas. Toda esta diversidad biológica provee al ser humano de recursos biológicos. Éstos han servido de base a las civilizaciones, pues por medio de los recursos biológicos se han desarrollado labores tan diversas como la agricultura, la industria farmacéutica, la industria de pulpa y papel, la horticultura, la construcción o el tratamiento de desechos. La pérdida de la diversidad biológica amenaza los suministros de alimentos, las posibilidades de recreo y turismo y las fuentes de madera, medicamentos y energía. Además, interfiere negativamente con las funciones ecológicas esenciales. El mundo necesita de la biodiversidad para que las cadenas alimenticias naturales se sigan dando ya que eso afectaría de manera proporcional y directa a los seres humanos.

Agotamiento de la Capa de Ozono

Se ha presentado como uno de los mayores desafíos de los últimos 30 años, porque se ha extendido no nada más en el medio ambiente, sino que ya provoca problemas en el comercio internacional y afecta la práctica de un desarrollo sustentable. Amenaza a la diversidad biológica, ya que ésta resulta afectada al recibir mayor cantidad de radiación solar nociva (rayos ultravioleta); asimismo, esta problemática influye en la regulación del clima y en la humanidad provoca grandes problemas de salud, específicamente favorece al desarrollo de cáncer en la piel, provoca también, cataratas en los ojos y deficiencias inmunológicas, etc. La principal causa a dicho debilitamiento, es por uso y emisión de varias sustancias químicas conocidas como Sustancias Agotadoras de Ozono (SAO), entre las que destacan los gases refrigerantes llamados clorofluorocarbonos (CFC). Es problema global, desde hace 1974, cuando se publicaron unos estudios respecto a la liberación en la estratósfera de iones de cloruro provenientes de los CFC. Las SAO se utilizan en refrigeradores, acondicionadores de aire, atomizadores de aerosol, espumas aislantes, en equipos contra incendios, etc. La NASA reportó en el 2001 que el agujero de la capa de ozono de la Antártida, alcanzó en septiembre del 2000 una dimensión de 28,3 millones de km2, lo que equivaldría un poco más de dos veces la Antártida, pues ésta tiene una extensión territorial de 14, 1 millones de km2.