Conquistada por el arte y la industria, relacionada con las ideas y las costumbres, la moda en su aparente frivolidad modela la configuración de las relaciones sociales.
La eficacia de los modelos de belleza femenina ha sido testimoniada históricamente no tanto por su carácter de incuestionable sino por su aparente neutralidad. En verdad, las tipologías de la mujer bella son complejas construcciones donde el valor estético se encuentra imbricado con dictámenes de orden moral, sexual, social, político.