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Novedades | La carrera | Teoría de la complejidad | Morfología urbana


Introducción
El cientificismo como modelo de la ciencia sobre exactitud y perfección lógico-formal ha sido y es la herramienta que nos permite encontrar el orden dentro del caos, desvinculando la ciencia pura, neutral, de toda religión e ideología.
El desarrollo de la ciencia contemporánea ha generado teorías que transforman nuestro conocimiento del universo.
Estas teorías son tomadas por los diseñadores y son el punto de partida de la exploración formal de los proyectos, como procesos de desnaturalización.
La profesora de estudios urbanos en Rutgers University, Susan Fainstein revee y critica tres modelos post-positivistas en boga:

1.- Planeamiento comunicativo: enraizado en la filosofía pragmática americana (con énfasis en el empirismo) y la teoría crítica europea (Habermas, énfasis en la razón como esfuerzo intersubjetivo de comprensión mutua).
Dentro de esta estructura, la función primaria del planificador es escuchar los relatos de la gente y asistir al consenso entre los diferentes puntos de vista.
Según Fainstein, esta modalidad pone al planificador como elemento central de discusión, en vez de preguntar qué debería ser hecho en las ciudades y regiones, los planificadores comunicativos típicamente preguntan qué deberían hacer ellos. La investigación en el área comunicacional se basa en los aspectos de los meetings (encuentros) y el día a día de los planificadores. También encuentra problemas prácticos, ya que se necesitan tiempos más extensos para los procesos participativos y además suele haber una desconexión entre retórica y acción.

2.- La ciudad equitativa: presenta un modelo espacial de relaciones basadas en la equidad. Está enraizada en la crisis de acción de la teoría Marxista. Este pensamiento está seguido fundamentalmente por sociólogos y está en crisis hace varios años. Las intenciones son buenas, pero la perspectiva proyectual es escasa.

3.- La ciudad bien realizada: de orientación morfológica. Se proyecta (diseña) una ciudad deseable que puede ser obtenida a través del planeamiento. Se discute sobre el diseño, los espacios, la idoneidad de la estructura urbana. Como ejemplo citamos el New Urbanism, que utiliza relaciones espaciales para crear una comunidad cerrada que permite que varios elementos interactúen. Estos principios han inspirado una forma de movimiento social, que reacciona al sprawl (crecimiento descontrolado), proponiendo usos variados dentro de un barrio y un reordenamiento del tránsito, en un interés substancial por el proyecto y no la forma de llevarlo a cabo.
Fainstein critica esta ideología, ya que este determinismo espacial ordenado, perpetúa la creencia  que a través de él se creará un orden moral y social, que en realidad presenta una doble faceta: sostiene a una comunidad homogénea y excluye a otras. También advierte sobre la necesidad de confiar en inversores privados para financiar los proyectos, y finalmente se pregunta, en una crítica implícita a la falta del trabajo interdisciplinario,  si los arquitectos y diseñadores urbanos son los únicos en crear estas comunidades integradas.
Los desarrollos post-positivistas más recientes, han tratado de desarrollar el concepto de “Buena Ciudad” (Good City), y focalizan los principios y estrategias  que deberían subyacer en los movimientos sociales urbanos progresistas.
Si bien el pensamiento de la “ciudad bien realizada” es el dominante en nuestra Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, concluímos que estos tres pensamientos deben interactuar.
Y, si los arquitectos partimos de una concepción morfológica en el estudio de las transformaciones urbanas, nuestra propuesta consiste en no separar la estructura de los procesos que le dan origen, incluyendo el uso de modelos conceptuales interdisciplinarios, que enriquecen la metodología de estudio y la orientan hacia una concepción antropológica. “No se puede ver el urbanismo como un todo, hay que deconstruirlo en sus aspectos para analizarlo”. (Dr. Max Welch Guerra, 2002).


HISTORIA EN LA RELACIÓN MORFOLOGÍA URBANA-SISTEMAS COMPLEJOS

La morfología urbana es simplemente definida como el estudio de la forma urbana, y puede ser integrada por varias otras disciplinas.
Su origen se remonta a a la tradición de investigación morfogenética de Europa Central. El geógrafo alemán M. R. G. Conzen, emigrado a Inglaterra en 1933, durante el acceso al poder de Hitler, estableció los fundamentos de la morfogénesis urbana en los países de habla inglesa. Estos fundamentos estaban basados en la tradición de estudios geográficos alemana, y los aplicó para analizar la evolución de los pueblos y ciudades de Gran Bretaña.
La concepción de Conzen fue innovativa, y lo más significante de su contribución fue la conceptualización del modo en que la forma urbana se desarrolla. Su división tripartita del paisaje urbano en: plano del pueblo, formas edilicias y uso de la tierra han sido aceptadas como avances fundamentales en la teoría.
Estas tres formas complejas se relacionan jerárquicamente: las formas construídas son contenidas en unidades de uso de la tierra, a su vez contenidas en la planta del pueblo. Además, estas tres formas se combinan a un nivel más local para producir el área homogénea morfológicamente más pequeña, que puede ser llamada “célula del paisaje urbano”. Estas células, a su vez se agrupan con otras unidades que se combinan jerárquicamente en diferentes niveles de integración hasta llegar a regiones intra-urbanas. Cada unidad es la manifestación geográfica del desarrollo histórico del paisaje urbano y se toma como punto de partida de las propuestas urbanísticas. (1)
Para la década de los ’60, la mayor parte de los estudios no se basaban en la historia, aunque sí consideraban la existencia y distribución de los edificios históricos; el planeamiento de pueblos y ciudades aún resultaba en contenedores del uso de la tierra. Los mas prominentes críticos de esta posición son Kevin Lynch, Christopher Alexander y Jane Jacobs, quienes instaron por una aproximación más humana al planeamiento urbano, basados en la información de lo que sucede en las ciudades. Alexander fue el que incorporó por primera vez conceptos matemáticos en el estudio de las mismas, comprendiendo que la ciudad era un complejo organizado a la manera de un organismo biológico, que sólo podía entenderse mediante nuevas herramientas conceptuales. En este contexto, C. Alexander escribe “Una Ciudad no es un Arbol”, que fue publicado en todo el mundo, influyendo especialmente en Italia, Francia, Inglaterra y Japón. Alexander sustituía la forma ramificada por una complejidad reticular (lattice), y demostraba que ésta era la única manera adecuada de resolver los problemas complejos. Afirmaba que todas las ciudades históricas o “naturales” tienen muchísimas superposiciones o subconjuntos que implican su diversidad. Con el desarrollo de los “patterns” o esquemas, publicados en su libro “A Pattern Language which Generates Multi - Services Centres” Alexander pulió estas ideas, en una clara regresión al deductivismo y con su equipo de trabajo las aplicó a las barriadas de Perú; diseñaron un nuevo, sustentable y económico sistema constructivo, con caña y espuma de poliuretano, incorporándole necesidades tradicionales como el mirador o la sala, sin desembocar en el historicismo. Además, los pobladores podrían seguir construyendo sus propias viviendas, elegir su tipo y su emplazamiento. Esta metodología de Alexander aún sigue vigente.
Comenzando la década del ´70, toda empresa importante dedica parte de su capital a investigación y desarrollo. Algunas corporaciones comenzaron a dedicarse a las predicciones urbanas utilizando tres métodos principales:

Predicción normativa: el pronóstico del futuro que uno desea. (optimización)

Predicción proyectiva: futuro probable suponiendo que no habrá cambios fundamentales en la ideología  o el poder.

Futuro inventado: dado por los descubrimientos que los expertos piensan que son probables.

Recientemente, el estudio de la forma urbana se sigue en muchas direcciones, siendo la rama histórica la más fuerte, basada en la importancia de las formas creadas por previas generaciones. Ya, los morfologistas urbanos no limitan su atención a la forma, sino que también examinan a los individuos, organizaciones y procesos que han conducido a esa forma. (2) Las investigaciones que parten de las ideas de Conzen, incorporan a los agentes involucrados en los procesos de cambio. En la década de los ‘90 ya se utilizaban los términos “morphological frames” (estructuras morfológicas), “patterns” (patrones o modelos) (3), “urban micro-scale” (microescala urbana), todos conceptos que definen una ciudad. La teoría de “Ciudad Fractal” (Batty  and Longley, 1994, Batty y Xie, 1996), demuestra los orígenes de las formas fractales urbanas, e  implica una relación directa con estos modelos.
“Top-down approaches  based on models which attempt to simulate the entire organization of the city in analogy to classical gravitation are being supplanted by theories emphasizing the way in which uncoordinated local decision-making gives rise to coordinated global patterns which define the size and shape of cities in familiar ways. Cities appear to be yet further examples of self-organizing structures which emerge from local actions”. (Michael Batty, New Ways of Looking at Cities)
La aplicación teórica unida al concepto de cultura de los pueblos, tiene como antecedente al proyecto de creación de un Centro Indígena para Educación y Desarrollo en la ciudad de Ziguinchor (Africa), basado en los aspectos fractales de la cultura indígena africana. (1996, Ron Eglash, Christian Sina Diatta y Egondu Onyejekwe). El proyecto comenzó con la observación de fotografías aéreas de asentamientos tradicionales africanos, que demostraban tener estructura fractal (estructura de árbol, cerramientos rectangulares recursivos, círculos formados por círculos de viviendas, etc.). Estudios posteriores bajo el programa Fullbright en el Oeste y Centro de Africa, mostraron que esta arquitectura fractal resultaba de diseños intencionales, y que estas características podían ser encontradas en otras áreas culturales africanas (arte, religión, ingeniería, juegos), algunas como motivos matemáticos como sucesiones y otras como sistemas simbólicos como espirales y referencias al infinito. Estos resultados están basados en la teoría de la complejidad, y sugieren que las sociedades primitivas tomaban ventaja de los aspectos no lineales de los sistemas dinámicos ecológicos.

REFLEXIONES FINALES
Cabe entonces preguntarnos, en base a lo antedicho, si los límites marcados por el uso de la tierra son fehacientes para el estudio de la morfología urbana de un asentamiento, íntimamente relacionado con la sociedad o si debieramos replantearnos los procesos de análisis utilizados hasta el momento.
“El tema de los límites tanto en cuestiones de espacio como de identidades, visto a la luz de la historia de los barrios, muestra la complejidad de fijar esas fronteras, o siquiera de explicarlas, sin asumir antes que en los bordes es donde se producen esas mágicas conjunciones de cambios, tomas de conciencia, integraciones, creaciones finalmente.” (Hebe Clementi, 2000)
Estas consideraciones implican un cambio de los paradigmas tradicionales del planning, produciendo una evolución en los modelos de análisis de morfología urbana: toda propuesta de mejora del asentamiento podría ser posible, en tanto no se vulnere el conjunto de indicadores urbano-ambientales.
“We can now see a possible explanation of why people spontaneously build structures that have fractal properties. Also the other way around, we can connect the fractal structure of the universe with the structure of the mind. We are affected by what we see. Our environment affects us, and this may well be why our mind is fractal: because our environment is fractal.” (Dr. Victor Padrón, “Ecology and the Fractal Mind in the New Architecture: a Conversation”)
 Proponemos entonces la siguiente metodología:
1.- Uso del paradigma para controlar los procesos de auto-organización
2.- Identificación de márgenes no deterministas a modo de campos de operatividad. Por ejemplo, podríamos tomar límites límites regionales, barriales, étnicos, etc. complementando con el cálculo de su dimensión fractal medido en varias etapas de su crecimiento.
3.- Establecimiento de matrices, formas abstractas pero plausibles de distintos desarrollos posibles. Estas matrices formales no son bases de datos; se definen por geometría, dimensión, materiales, tecnología, complejidad. La utilización de la geometría fractal es fundamental para el desarrollo de una matriz.
4.- Avanzar en la escala de detalle, verificando la autosemejanza del sistema, mediante la aplicación de la geometría fractal en manzanas y fachadas.
5.- Comprensión de lo social como base de la conformación de la sociedad, aplicando una matriz abstracta que la defina. Los datos empíricos y la teoría, conjuntamente ayudarán a aumentar el nivel de comprensión de nuestro medio ambiente urbano. En el ejemplo de La Boca, podríamos aplicar una red que demuestre la interconexión de sus habitantes. Se ha escrito extensamente sobre el carácter reticular de las organizaciones emergentes, señalando que a veces las redes no están coordinadas por nadie, sino que los organismos participantes se coordinan por sí mismos (autocoordinación), en términos del principio de “tensegridad” de Buckminster Fuller.
6.- Comparación y superposición de ambos modelos conceptuales: el aplicado para morfología urbana y el aplicado para definir la sociedad.
·        La utilización de modelos matemáticos en el estudio de la morfología urbana es una metodología analítica, innovativa, plausible de promover y redefinir la participación de las instituciones y los usuarios en la creación de espacios urbanos, sustrayéndole así al proyectista su “poder omnímodo”.
·        La consideración de la morfología urbanas debe tomar en cuenta la complejidad tridimensional producida por edificios, fachadas, texturas de materiales.
·        La solución de problemas urbanos emergen de las interacciones de sus habitantes, sin que uno solo de sus miembros sea esencial.
·        El objeto principal del pensamiento teórico del diseño urbano, no está en los significados arquitectónicos de los edificios sino en la sociedad y la forma físico-espacial de la ciudad que habita.
·        Complementando softwares adecuados para las condicionantes absolutas y flexibles, el diseñador logrará un mayor compromiso social. “La renovación urbana contemporánea exige técnicas y cualidades cognitivas y sociales diferentes, acordes con el trabajo sobre estructuras ya existentes. Renovar un barrio residencial exige estudiar primero su historia, su manera de funcionar, escuchar y respetar la visión de los usuarios, tomar en serio sus problemas y sus preferencias tipológicas” (7). La identidad es inherente al desarrollo personal y colectivo de una sociedad; por ello se trabajará contemplando las expresiones culturales, con grupos que representen los intereses colectivos, tratando de evitar la alienación social.
Arq. Myriam B. Mahiques, febrero 2003

REFERENCIAS
1.- Estos conceptos están emparentados con la investigación sobre “genética urbana”, en boga en los últimos años. Esta teoría se apoya en los caracteres evolutivos de los pueblos y ciudades, a partir de transformaciones no regularizadas.Trata de descubrir la lógica inherente de procesos emergentes en un sistema dinámico, utilizando herramientas informáticas para visualizar y hasta un cierto punto predecir cambios espaciales y organizativos en el tiempo.
Considerando que existe un modelo de comportamiento similar entre “genes urbanos”, es decir una homología entre los sistemas evolutivos naturales y artificiales, se toma el modelo en cuestión y se le aplican normas simples de auto-organización, que lo transforman, logrando una mayor complejidad espacial.

2.- Citamos dos ejemplos, el primero, un modelo de desarrollo de uso de la tierra urbana, basado en teorías clásicas económicas (Webster & Wu, 1999). Esto representa un paso adelante en los modelos previos, donde las reglas no tienen referencia a la teoría.  En este ejemplo, es importante el reconocimiento del comportamiento de los actores y del mercado urbano vigente. Las reglas deben representar el modo en que las comunidades, los individuos y las autoridades reaccionarían ante diferentes situaciones locales, siempre en la búsqueda del bienestar. El segundo ejemplo se basa en reglas de transición de células (Cellular Automata) donde las preferencias residenciales de distintos grupos en una ciudad multicultural son expresados a nivel local (Benenson, Omer & Portugali, 1999); se trata de realizar relocalizaciones, optimizando la segregación residencial, o bien de analizar el aislamiento en que se encuentran los individuos viviendo en vecindarios de grupos a los cuales no pertenecen.

3.- La idea de “pattern” implica que el medioambiente tiene una estructura y no es un conjunto de elementos unidos al azar, reflejan las relaciones entre las personas y los elementos físicos. Los objetos y las personas están relacionados a través de una separación en y por el espacio. (A. Rapoport, 1977).

4.- N. Salingaros, “Fractals in the New Architecture”,
Archimagazine http://www.archimagazine.com/afrattae.htm (traducción de la autora).

5.- Alvin Toffler, en su libro “La Tercera Ola”, escribe acerca de la causalidad Newtoniana: “Si el mundo se componía de partículas separadas –bolas de billar en miniatura-, entonces todas las causas provenían de la interacción de esas bolas. Una partícula o átomo golpeaba a otra. La primera era la cusa del movimiento de la segunda. Ese movimiento era el efecto del movimiento de la primera..... De pronto, un Universo que había parecido complejo, desordenado, impredictible, ricamente abarotado, misterioso y revuelto, empezaba a parecer pulcro y ordenado”. (Toffler, 1980).

6.- En general, estos modelos, al ser computarizados no reflejan exactamente los procesos y las formas reales, pero son sumamente adecuados para las verificaciones de los mismos dentro de los sistemas urbanos, en un lapso de tiempo dado. Alvin Toffler sostiene que los ordenadores pueden sugerir imaginativas soluciones a ciertos problemas mediante la identificación de relaciones nuevas o hasta entonces inadvertidas entre personas y recursos, pero aclara que “La inteligencia, la imaginación y la intuición humanas seguirán siendo en las décadas previsibles mucho más importantes que la máquina”. (Toffler, 1980).

7.- Max Welch Guerra, “Renovación Urbana en Europa”, apuntes de seminario, septiembre 2002
Arq. Myriam B. Mahiques, febrero 2003.

 
 
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