José Manuel Castañuelas
es asistente del Director General de la FAO y Asesor Especial
sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre el Derecho
a la Vivienda- 14 Noviembre
La Alianza Internacional a favor
de una Vivienda Digna es una fuerza que reconoce el buen
trabajo que se ha ido realizando hasta ahora. Sin embargo,
este buen trabajo podría ser impulsado más
aún a través de una iniciativa como la Alianza
que busca fomentar una voluntad y compromiso político.
Desde la celebración
en 1996 de la Cumbre Mundial sobre el Derecho a una Vivienda
Digna, muchos mecanismos y proyectos han sido lanzados para
reducir la pobreza. ¿Cuáles son los orígenes
de la Alianza Internacional Contra el Hambre y cómo
difiere de las demás iniciativas?
Con ocasión del Día
Mundial de la Alimentación el 16 de octubre de 2001,
Excelentísimo Señor Johannes Rau, Presidente
de la República Federal de Alemania en su declaración
subrayaba la importancia de establecer una alianza mundial
para fortalecer la voluntad política en la lucha contra
el hambre y la pobreza. El concepto recibió un amplio
respaldo en la Conferencia de la FAO en noviembre de 2001
y en la serie de Conferencias Regionales de la FAO en 2002.
Desde entonces ha habido un apoyo creciente a este concepto
y muchas personas han propuesto el establecimiento de la
Alianza como uno de los resultados de la Cumbre Mundial sobre
la Alimentación: cinco años después.
¿Cómo podría
la AICH relacionarse con las fuerzas que están emergiendo
en la sociedad civil y las ONGs que buscan crear una voluntad
política en Cumbres como el G-8?
Con el tiempo, la alianza seguramente
se relacionará con el G-8, tal vez no ahora pero sin
duda, muchos de los que están siendo muy activos ahora
como las ONGs en Francia, América del Norte y otros
países también serán activos con el
G-8. Los veo creando una fuerza que no puede ser ignorada
o negada. Otra similitud entre estas fuerzas fue vista durante
el año del Jubileo en el 2000, cuando algunas organizaciones
internacionales se unieron para exigir la eliminación
de la deuda externa de los países en desarrollo. Muchos
gobiernos y agencias como el FMI y el Banco Mundial mostraron
resistencia mientras las ONGs y las comunidades religiosas
creaban una fuerza al exterior que les daba un poder político
a los pocos que luchaban por estos temas desde el interior.
Los miembros del congreso te podrían decir que si
no hubiera sido por esas fuerzas creadas al externo, no hubiéramos
podido triunfar.
¿Tomando en cuenta
su experiencia como ex miembro del congreso, qué tan
importante es recibir estos mensajes desde el externo?
Estos principios fueron discutidos
por la FAO con varios miembros de los organismos con sede
en Roma que se ocupan de la alimentación, así como
con el Comité de Planificación Internacional
de las ONG/CSO, los objetivos de una alianza de tales características.
Periodista
Publicado el 12-05-2008 por J. M. Lamet / A. Ormaetxea. Madrid
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