A días de que finalice el año escolar en Chile, queremos compartir una experiencia de inclusión que nos llegó desde la ciudad de Arica. Como última tarea, a los alumnos y alumnas del 4to G del Liceo Octavio Palma Pérez A-1, les pidieron realizar una carta a un compañero o compañera de curso con quien hayan compartido los cuatro años de Enseñanza Media.

Carta:

Un día de marzo del 2004; yo con 14 años y saliendo de un aula de leche, rostros desconocidos y nombre en listas de gente que nunca había visto en mi vida... la verdad que nunca pensé que esa gente, después de 4 años serían mi familia desde las 8 AM hasta las 5 PM de lunes a viernes.

Yo, hoy con 18 años jamás imaginé que estos cuatro años serían los más cortos de mi vida.

Me impresioné lo diferente que éramos, que somos y que seremos.

Una familia que me vio crecer, que me educaron con sus risas, con su amistad, apoyo moral, su ayuda y la vivencia del día a día.

¡¡Si que somos familia!! ¡¡NOSOTROS SI QUE HICIMOS HISTORIA!! ¡¡NOSOTROS SI QUE CONSTRUIMOS VIDAS!! no nos costó las formas de comunicación ni los silencios eternos y entre todos rompimos las limitaciones, no sólo no bastó con no escuchar...

Las necesidades básicas, que es comunicarnos todos, unos con otros hizo más viva la esencia de nuestro curso.

Quizás ella fue la imagen viva del un 4º G, quizás hasta la mejor amiga de todos. La única quien no nos falló y siempre estuvo ahí para preguntarnos como estábamos, o sólo la compañía bastaba para darnos cuenta que no estábamos solos...

Que el silencio te reconforta, que la soledad se hace mínima, que las almas pequeñas iluminan el mundo sólo con su presencia.

Mi querido, amado, recordado 4º G si que rompimos fronteras y limitaciones después de 4 años de educación media.

Aprendimos lo mejor de nuestro liceo gracias a ella... llegar a todos los rincones de cada uno.

Aprendimos hablar el más lindo de los lenguajes y ese es el lenguaje del amor...

Gracias a ella abrimos nuevas puertas, nuevas almas. Supimos llegar a donde nadie había llegado.

Ella es el espíritu del verdadero 4º G, ella nos hizo especiales y únicos...sus silencios, sus risas tímidas, sus detalles, presencia diaria que nos hizo parte de su mundo.

Como olvidar sus pautas eternas, de los susurros sin ruidos, aprendimos que la más hermosa de las melodías sólo existe para algunos.

Que la felicidad es contagiosa y que las formas de comunicación se hacen mínimos cuando de verdad queremos saber uno del otro.

Aprendimos del silencio, de presencia sin ruido, de pasos sigilosos que marcaron nuestras vidas.

Somos el 4º G 2007 y créanme que si ella no hubiese estado observándonos y siendo parte de nosotros mismos...nunca hubiésemos sido quienes somos hoy...

Sinceramente...

....Gracias Camila.

Publicado el 12 de diciembre de 2007.