ERNESTO BIDERMAN
Desde 2010
En la tarde del lunes 20 de julio de 1925, Don Felix Zugazti, entonces un muchacho de 16 años, en los fondos de su domicilio, Laprida 2064, reúne a una docena de chicos de 10 a 12 años, a quienes le manifiesta haber leído en una revista, una proclama en la cual se instaba a fundar en cada ciudad de habla hispana un club con el nombre del barrio más divertido.
Los niños como simpatizantes de los deportes y las ocurrencias de Félix, debían adherirse a ese llamado y fundar un club que se llamaría originalmente “Florida” Fútbol Club. Su primer equipo estaría integrado por los chicos allí presentes. El proponente manifestó que compraría pelotas de fútbol, las camisetas (que serian desde un primer momento azules con una raya diagonal blanca), el sello social y solventaría él solo, los gastos del club.
Los integrantes del Club, en un principio, no tenían que abonar absolutamente nada, sin embargo, para ser admitidos como socios debían satisfacer una cláusula realmente pintoresca : “saber quiénes estaban presentes y cómo se dió la fundación el club". Todo fue aceptado y se acordó que el Señor Zugazti no sería jugador, sino único dirigente del Club. Luego se pasó a elegir capitán y subcapitán del equipo. En voto secreto (con papelitos), resultaron elegidos Valentin Ríos y Raul Domínguez para esos cargos.
En Agosto de 1925 se juega el primer partido contra “El Dolar”. Encuentro que estuvo a punto de no realizarse según dice un viejo libro del club, porque los adversarios eran casi todos de “pantalon largo”. Finalmente la dificultad fue solucionada, reforzando nuestro equipo con el delegado Felix Zugazti.
Por todo eso, Defensores de Florida no es solo un club de barrio… es un Gran Club de Barrio.
Grande por sus dimensiones y por su gente. Es un equilibrio entre el deporte y la vida social. El deporte es salud del cuerpo y de la mente; es alegría, es amistad, es crecer. Por eso, defensores de Florida incentiva a los chicos a que practiquen deporte. Este es el primer paso. El segundo consiste en el acercamiento natural y espontaneo de los padres para ver a sus hijos participando en las distintas actividades. Así, descubren el clima cálido, seguro, tranquilo y sano que reina en nuestro club. De esta manera los mayores van a encontrar un lugar de amigos, de diversión, de paz, de creatividad y de salud también para ellos.
Por eso Defensores de Florida busca, ante todo, reunir a la familia y darle un segundo hogar.