Benito Quinquela Martín había logrado alcanzar el reconocimiento internacional gracias a la búsqueda constante de superación personal que lo caracterizaba.
Para la década del treinta, había expuesto en las capitales más importantes del mundo y sus obras formaban parte de importantísimas colecciones públicas y privadas.
El artista boquense, tomó una determinación decisiva, que asumió como un compromiso indisoluble. Éste consistía en devolverle al barrio de La Boca todo lo que él consideraba que el barrio le había dado.
