Creada en 1950 por el maestro Benito Quinquela Martín, fue como una prolongación de su vena artística canalizada hacia las «Artes Gráficas». Los Pibes y adolescentes de la vieja barriada porteña, podrían así plasmar por medio de una industria incipiente, como la gráfica, un futuro que los insertara en el pujante mundo laboral/industrial de aquellos años románticos en medio de una Argentina que crecía.
Sesenta años después, el viejo anhelo de aquel huérfano que se hizo fuerte en la adversidad, plantea a sus herederos el desafío de reafirmar su vieja grandeza en medio de una sociedad muy distinta a la que él soñó.