La cátedra
Somos cátedra es una especie de lema que se fue conjugando con el devenir del tiempo. Desde un principio básico, la conjunción del rigor académico, la socialización de experiencias y la búsqueda del placer proyectual. Concibiendo el conocimiento como un camino que se construye y no como una verdad revelada, queremos ser un espacio donde el saber sea una construcción colectiva y genuina. Por eso, somos cátedra.
La dinámica de enseñanza/aprendizaje del Diseño implica tensión. Nuestra Carrera y nuestra facultad determinan cursadas de alta exposición: tanto los docentes como los alumnos se sienten observados y expuestos. Ésta situación a veces delicada, es cuidada a través de una didáctica del proyecto, donde a partir de un método se trabaja sobre una práctica, y docente y alumno (que son imprescindibles el uno para el otro) pueden tramar un diálogo constructivo. Pero no hay verdades reveladas, no hay gurúes que nos iluminen, sino argumentos y conceptos a priori que nos irán guiando a diferentes respuestas y propuestas. Cuando esto no sucede, los alumnos sólo esperan una frase salvadora y los docentes emiten palabras sosas o crípticas. Todo buen diseño está precedido de un buen proceso (no implica que no se sufra en el camino, a veces es inevitable). Los procesos de aprendizaje sirven para optimizar la inspiración, la intuición y la percepción.