LA CÁTEDRA

Desde la cátedra, pretendemos aportar al Diseño Gráfico un saber específico, colaborando en la formación de profesionales con sólidos conocimientos tipográficos, comprometidos con los avances de la técnica, con intereses humanísticos, y con capacidad de análisis crítico.

Elaboramos una propuesta de trabajo que consiste en la definición de responsabilidades dentro de la cátedra, la formulación de los objetivos pedagógicos, la definición de actividades a desarrollar para alcanzar los objetivos propuestos y la realización de un balance o evaluación de la tarea anual.

► El saber se construye

A partir de lo que uno sabe, de lo que saben los otros, del hacer, de relacionar, de reordenar, de especular y de poner a prueba, del análisis, de los errores, de las sorpresas, de las dudas, de las preguntas y de algunas respuestas. El saber no está «en alguna parte» y «hay que llegar hasta allí». Se construye dentro de cada uno, de modo particular y parcial. Implica trabajo y estudio.

► La responsabilidad crea pertenencia

Cada uno aporta todo lo que tiene, lo que sabe, y las diferencias que existen derivan de la experiencia y el trabajo. Si es que hay autoridad, ella deriva del hacer, del proponer, del propiciar. Lo hecho es de todos porque lo hacemos entre todos, cada uno desde sus posibilidades, experiencias y conocimientos. Y todos somos responsables de los resultados.

► Entendemos la diversidad como riqueza

Hacemos acuerdos sobre temas básicos o fundamentales y consideramos que la multiplicidad de ideas enriquece el producto final. No tenemos que estar de acuerdo en todo y la suma de las diferencias constituyen la identidad del equipo de trabajo. Nos interesa respetar la posición del otro, aunque no la compartamos.

► La argumentación como sostén

Argumentar permite dar a conocer la red de ideas y conceptos que sostienen algo, permite discutir para enriquecer posturas, permite conceptualizar, permite pasar en limpio para reutilizar el recurso, permite acuerdos o disidencias claras. Que el otro se haga entender y yo pueda hacerme entender.

► El interés es un combustible

Nos permite llegar a donde queremos, perfilar la formación, lograr trabajos diferentes a partir del mismo enunciado, profundizar temas, especializarnos. Nadie aprende lo que no quiere.

► Valoramos el trabajo en equipo

La sumatoria de ideas, fuerzas, formaciones, experiencias pero también de cansancios, desilusiones o problemas puntuales afectan a los grupos de manera muy distinta que a los individuos. El trabajo mancomunado siempre es superador del trabajo individual, si cada individuo aporta lo que tiene. Permite compartir experiencias, potenciar actitudes, compartir cargas y disfrutar de logros mayores.

► Desde la práctica se puede construir teoría

La teoría no sólo se lee. La reflexión sobre el trabajo permite construir conceptos y la relación y ordenamiento de esos conceptos permite elaborar nuevas ideas, más o menos complejas, según el caso.

► La planificación debe ser flexible

Nos permite coordinar el trabajo de muchas personas con la anticipación necesaria. Debe ser tan flexible como haga falta. Esos cambios, a veces son repentinos y drásticos y hay que tener alternativas a la brevedad. Debe ser una herramienta que sostenga, que no presione ni ahorque.

► Cuanto más circula la información mejor trabajamos

La información no tiene dueño. Cuanto más circule, mejor. Habrá más cabezas pensando, más manos haciendo, más curiosos investigando. Puede aplicarse a los contenidos o a los métodos.

► Ayudar a que cada uno encuentre sus respuestas

Que el otro aprenda implica una mezcla de cosas. Entre otras, que tome decisiones. Evaluar, analizar y elegir son algunas de las herramientas que le permitirán encontrar respuestas. Para que eso sea posible debemos controlar la ansiedad, aceptar respuestas diferentes a las que imaginábamos y repreguntar si la respuesta no es correcta o es parcial.

► Aprender todo lo que se pueda

Y de todos los que se pueda. Aprender a aplicar soluciones y a modificarlas según la circunstancia. Estar atento para aprender de lo inesperado, de la práctica propia pero también de la de otro. Aprender lo que me más gusta pero también lo que me más cuesta.

► No es la estética del trabajo lo que evaluamos

Evitamos atender a nuestros gustos en la crítica de un trabajo. Usamos la crítica para valorar los contenidos de la pauta, la coherencia interna del trabajo, la pertinencia del lenguaje.

► No paramos hasta no estar seguros

Consideramos que el trabajo mejora con más trabajo. Que a las ideas hay que pulirlas y que ponerlas a prueba más de una vez, en general, las mejora.

► No nos exigimos saber todo

Si no sabemos algo, lo mejor es reconocerlo. Buscar a otro que lo sepa, estudiar, investigar sobre el tema para responder después es una solución superadora a la falta de ese saber.