Una persona produce, por término medio, un kilo de basura al día. Separar los residuos y dar a cada uno el tratamiento adecuado es la clave de la recuperación.
Algunos consejos útiles son:
Elige los productos con menos envoltorios, reduce el uso de productos tóxicos y contaminantes, disminuye el uso de papel de aluminio, limita el consumo de productos de usar y tirar.
Consiste en reutilizar y darle la máxima utilidad a las cosas sin necesidad de destruirlas o deshacernos de ellas.
Cuantos más objetos reutilices, menos basura producirás y menos recursos agotables “gastarás”.