Mendoza se extiende en un vasto territorio de 148.827 km2, situado en el centro-oeste de la República Argentina y al pie de la Cordillera de los Andes, la más alta de América.
A la provincia se puede llegar en avión o por tierra a través de las rutas 40 y 143 que atraviesan Mendoza de norte a sur, y de la ruta 7, el corredor bioceánico, que recorre el país de este a oeste, y conecta Buenos Aires con Santiago de Chile.
Descubrir Mendoza con sus oasis, paisajes y ciudades enclavados en la aridez del desierto, es una experiencia única.
Mendoza es consecuencia directa del esfuerzo del hombre que perfeccionó los antiguos sistemas de riego aborígenes transformándolos en una trama de canales y acequias que le confieren un encanto muy particular.
Mendoza es la sede de más de 1200 bodegas que producen casi diez millones de hectolitros de vinos al año, lo que la convierte en el centro vitivinícola más importante de Sudamérica.
Mendoza desde 2005 es capital Mundial del Vino de la Red Global de Trabajo Grandes capitales del vino.
Esta provincia cuyana constituye el corazón de la vitivinicultura argentina y desde sus principales ciudades y cabeceras de los departamentos mendocinos se pueden
emprender los recorridos que invitan a conocer museos, cavas de degustación, fincas, casonas antiguas y estancias en plena montaña especialmente equipadas para un turista que
busca atención exclusiva en contacto con la naturaleza.
Existen más de cien bodegas habilitadas para recibir visitantes. La posibilidad de acceder de manera sencilla y atractiva al universo de sensaciones de los vinos. Recorriendo estos caminos, el turista se deleitará con el paisaje de cuidados viñedos al pie de la Cordillera y se sorprenderá por los contrastes entre la industria vitivinícola que cuenta con tecnología de punta, y el productor artesanal, una experiencia única para el turista.