MARTÍN FIERRO
INSTRUCCIÓN DEL ESTANCIERO
Según manifestó el mismo José Hernández, se propuso retratar, lo más fielmente que me fuera posible, ese tipo original de nuestras pampas, tan poco conocido y tan erróneamente juzgado y, al paso que avanzan las conquistas de la civilización, va perdiéndose por completo".

Martín Fierro representa el punto culminante de la evolución de la poesía gauchesca. El autor rerleja a través de su personaje el modo de sentir, pensar y expresarse del gaucho, un tipo social menospreciado y perseguido. Jorge L. Borges afirmó: Expresar nombres que las futuras generaciones no querrán olvidar es uno de los rines del arte; José Hernández lo ha logrado con plenitud".
En 1882 José Hernández -autor del Martín Fierro- es designado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, doctor Dardo Rocha, para realizar un viaje por Europa y Australia con el propósito de obtener elementos de estudio sobre razas, métodos pecuarios, etc., para ser aplicados posteriormente a nuestro medio rural. La propuesta oficial del doctor Rocha no es aceptada por Hernández, quien sostiene "que las formas y prácticas europeas no son aplicables todavía a nuestro país por las distintas condiciones naturales e industriales, que la selección de razas no puede fijarse con exclusiones por depender del clima y de la localidad donde se crían y las variaciones del mercado, y en fin, que en pocos días, sin salir de su casa ni agravar el erario, escribirá el libro que necesita". Y así se escribió Instrucción del estanciero.

Hernández reúne en esta obra sus amplios conocimientos sobre la materia, con el propósito de que las generaciones futuras se aprovecharan de ellos en la mejor forma posible. Si bien muchas de sus instrucciones han sido reemplazadas por métodos científicos modernos, otras siguen siendo perfectamente válidas para nuestra época, circunstancia que justifica el valor que aún tiene esta obra, no tan sólo como documento de carácter literario, sino también como de utilidad práctica indiscutible.