Convencido de que la seguridad y la defensa nacional, estarían vinculadas a las industrias básicas, que  fueran la garantía del país en caso de conflicto. Como solución, Savio propone incluir las industrias del Ejército en un organismo autárquico y centralizador, idóneo para dirigir no sólo las fábricas estatales, sino también las privadas que pudiesen adaptarse en caso de un conflicto. Organismo que sería delineado en el proyecto de creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), cuyo propósito, era “alcanzar lo más pronto posible la propia capacidad para producir en el país las armas y las balas indispensables para mantener la soberanía y el honor nacionales; liberándonos a ese respecto de la dependencia del exterior”. El 11 de mayo de 1938, eleva al Poder Ejecutivo un proyecto de ley auspiciando la creación de la DGFM. Tres años después, el 9 de octubre de 1941 se promulga la Ley 12.709, estableciendo el régimen orgánico de la DGFM, siendo designado, como su Director General el recién ascendido coronel Savio.