El objetivo es contribuir a la construcción de una vida digna para todos los trabajadores, buscando recuperar y reconocer las capacidades de trabajo de todos, promoviendo prácticas solidarias y relaciones de cooperación que permitan acrecentar el poder y la capacidad de decisión colectiva de un proyecto que se extiende a todos los ámbitos de la vida social (educación, política, económica, movimientos sociales, cultura). De esta forma, la autogestión no se limita a una forma de organizar el trabajo; también remite a una forma de vincularse con otros trabajadores y con la comunidad. Pensar la solidaridad y la cooperación en diversas escalas permite identificar niveles de ayuda mutua para plantear estrategias políticas y socioeconómicas que promuevan mecanismos redistributivos efectivos y democratizadores de los recursos económicos existentes.