Los dibujos animados pueden ser mucho más que entretenimiento: son un recurso invaluable para estimular el pensamiento crítico en la infancia. A través de historias que presentan dilemas, valores y diferentes puntos de vista, las y los niños pueden aprender a analizar situaciones y tomar decisiones fundamentadas.
En Argentina, las producciones animadas que abordan temas sociales y culturales han demostrado ser herramientas pedagógicas efectivas. Estas historias no solo entretienen, sino que también ofrecen una base para reflexionar sobre la justicia, la empatía y la equidad.
Este enfoque permite a docentes integrar actividades en sus clases que motiven a las infancias a cuestionar, analizar y debatir de forma crítica. Los dibujos animados, con su narrativa accesible y visualmente atractiva, se convierten en una puerta de entrada al pensamiento reflexivo desde edades tempranas.