Somos un canal comunitario de televisión que busca dar lugar a las expresiones culturales y sociales que surgen en un barrio donde se mezclan a diario la inmigración con la pobreza, la marginalidad y la discriminación.
El proyecto surgió gracias a las bondades de la nueva Ley de Medios (la ley 26.522 fue sancionada en octubre 2009 y está vigente). Fue votada en la Cámara de Diputados por: 147 votos a favor; y por 44 votos contra 24 en la Cámara de Senadores. En el corazón del barrio más antiguo de la villa y a sólo unas cuadras de la terminal de ómnibus de Retiro está el edificio donde funciona el canal. Vigas de hormigón con ladrillos huecos de paredes y un portón de chapa hecho mural con miles de colores tienen las instalaciones de la señal, donde se mezclan en un mismo espacio: dormitorios, una biblioteca, un gimnasio y la sala de producción. “El objetivo es hacer un canal comunitario donde se pueda mostrar la realidad de acá y la impronta cultural”, comentó Peña durante la charla que se dio en la única habitación que se utiliza para producir. La misma no supera los tres metros de ancho y los cuatro de largo y cuenta con una mesa, dos cámaras, una computadora desde donde se realiza la edición y algunos otros monitores que sirven para ver lo que se reproduce. “Recién estamos empezando y esperamos que los vecinos se sumen. Todavía hay mucho desconocimiento y la gente cree que es muy difícil producir para televisión”. El proyecto inspira mucho entusiasmo pero, para terminar de consolidarse, es necesario capacitar a los ciudadanos de la villa. Es por esto que Urbana TV firmó, a través del titular del Comfer, Gabriel Mariotto, un convenio con el ISER, para el dictado de cursos gratuitos de televisión y edición para todos los interesados en el barrio. La publicidad de este proyecto educativo se hace a través del canal, como también la de otro tipo de información relacionada con servicios para la comunidad.
Un spot muestra una campaña de documentación para extranjeros. “Podés conseguir tu documento en la casilla de Justicia que está al lado de la canchita”, profesa el anuncio, simple y conciso para que sea entendido por todos. También se pasan avisos de empleos o de campañas de vacunación a la población, y hasta se llegó a informar sobre la pérdida de una niña para que sus padres la puedan notificar. Así de simple y directa es la comunicación en el canal comunitario. Un spot muestra una campaña de documentación para extranjeros. “Podés conseguir tu documento en la casilla de Justicia que está al lado de la canchita”, profesa el anuncio, simple y conciso para que sea entendido por todos. También se pasan avisos de empleos o de campañas de vacunación a la población, y hasta se llegó a informar sobre la pérdida de una niña para que sus padres la puedan notificar. Así de simple y directa es la comunicación en el canal comunitario. Otro éxito que tienen es la reproducción de las misas. Según comentaron en el barrio, con las cámaras presentes son más los fieles, o quizás cholulos, que se acercan al templo cristiano para luego verse en la televisión. El nombre Urbana TeVe tiene todo un significado y no es casualidad. Desde los contenidos se busca concientizar y luchar por la urbanización de la Villa 31, un anhelo que viene retrasado por disputas políticas y por el conflicto de intereses que se genera en torno a los terrenos que están muy bien valuados por el mercado inmobiliario. En esta línea, el canal 5 reproduce las reuniones de la comisión de Vivienda de la Legislatura, que tiene a cargo el proceso de urbanización. “Vamos, filmamos y reproducimos para que los vecinos los puedan ver, ya que hay mucho desconocimiento y descreimiento en la gente”.
El ex legislador lleva adelante el proyecto de Urbana TeVe junto a Juan Cruz Guevara, Raúl Carricart y el arquitecto Gustavo Cañaveral. Todos coincidieron en que quieren dar a conocer el pensamiento y las expresiones culturales que conviven en el barrio, y desterrar los prejuicios que existen en el resto de la sociedad porteña en torno a sus habitantes. Por el momento, la señal de aire llega sólo a los 30 mil habitantes de la villa, pero el sueño es que en algún momento tenga alcance a toda la Ciudad. Eso quizás se podrá cumplir cuando tengan más recursos económicos. Por el momento se financian con el aporte de privados y no reciben subsidios del Estado.“La idea también es romper el paradigma y que el vecino utilice el medio y no el medio al vecino”.