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Centro cultural sobre el agua

24/11/2015 - 0 comentarios


El edificio se implanta sobre una bahía en La Habana (Cuba) como parte de un masterplan de intervención del área desarrollado en conjunto por alumnos de Arquitectura 5 y Proyecto Urbano, de la FADU-UBA.

El centro cultural La Habana es un punto de encuentro para la comunidad, sobre el agua, en una de las bahías reconstituidas por un masterplan. El proyecto abarca una sala de teatro que representa la médula del edificio, ubicado en un sector donde el agua está sometida a un proceso de fitorremediación. La sala se ubica en el centro y su forma triangular la convierte en bifrontal, con dos alas que albergan 700 butacas en pendiente.

El tercer lado es autónomo y cuenta con una doble funcionalidad: separado del escenario (por un telón) se constituye como un playón de usos múltiples, abierto al agua y con vista a la ciudad. Pero también se puede incorporar a la sala, habilitando un espacio para 300 butacas más, o un espacio en el que el público pueda sentarse en el piso y, de esta manera, ser parte del espectáculo desde un área diferente, atípica.

Comentario de la cátedra En el marco del trabajo vertical que propuso el taller en torno a la Bahía de la Habana, Cuba, el nivel de Proyecto de Arquitectura (5° año) trabajó ligado a una infraestructura desarrollada por alumnos de Proyecto Urbano. La misma consta de una serie de puentes que definen un nuevo perfil de la bahía y contienen plantas de saneamiento de aguas. Este centro cultural, cuyo programa totaliza unos 4.500 m2, cumple con los lineamientos del Jury de la FADU-UBA, que propone un edificio público. En este caso, el proyecto responde en forma eficaz a varias de las problemáticas abordadas.

Paula Pose: Construir pensamiento

“Me inscribí en una secundaria técnica para ser ‘maestra mayor de obras’ y asi empezar a vivir la arquitectura desde las manos”, cuenta Paula, de 27 años. La flamante arquitecta, recibida en diciembre, es ahora ayudante en Arquitectura 3 de Sudamérica, la cátedra donde cursó la mayor parte de los niveles de diseño: “Siento que continúo aprendiendo y devolviendo un poco de lo que me brindó la universidad pública”, comparte. Y asegura sus docentes le enseñaron que “la arquitectura es un conocimiento que se construye”, y parte de entender el entorno, la cultura y pensar en que es posible un pensamiento distinto, generador de polémicas.

Por Nahuel Gallota
Fotografias: Anton Corbijn

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