NOTA


ARTICULO:PEHUENCHES

Pueblos Originarios

Ser mapuche supone una cosmovisión total que se manifiesta en el cuidado de la naturaleza, pero no se reduce a ser ecologistas. No hablamos de militancia, sino de forma de vida, luchamos como mapuche en la defensa de la vida y de los DDHH. No es militancia, es convicción. Es algo que se va traspasando, que lo voy a tener desde mi nacimiento hasta que me muera. Respecto a la vida en la ciudad, nosotros pensamos que el territorio siempre es el mismo, más aun acá en Argentina, que tiene solo 200 años de historia. Que exista una ciudad en una porción de territorio no va a determinar que los mapuche vamos a dejar de ser tales. Hay un dicho que dice “en el campo o en la ciudad, somos mapuche igual”. Los conflictos que se viven en el territorio pinchan la médula del modo de vida mapuche. Con los recientes “descubrimientos” de yacimientos hidrocarburíferos en la Norpatagonia, Argentina se convirtió en la tercera reserva mundial de shale gas. El caso más resonante quizás sea la exploración de Vaca Muerta, en el norte neuquino. Allí, en una extensión de 290 km, dentro de los cuales se encuentran comunidades mapuche ocupando legítimamente su territorio, YPF en alianza con Chevron extraerán hidrocarburos mediante un procedimiento conocido como fracking, de nefastas consecuencias ambientales. Allí también los mapuche se organizan, como lo hizo la comunidad Kaxipayiñ, donde se ubica el yacimiento Loma de La Lata, que ha expulsado recientemente a la compañía de servicios petroleros San Antonio. Nada más alejado de la cosmovisión mapuche que la idea de explotación de la naturaleza, considerarla como una estación de servicio.

¿Qué es lo que hace mapuche a una persona?

Cuando al mapuche le sacan su tierra, le sacan el medio de subsistencia, le sacan quizás un cementerio. Además, está
la forma cómo le sacan el territorio: con arreglos de plata turbios entre empresarios y funcionarios, con represión y sin
tener nunca en cuenta su punto de vista ni derechos.