El alfajor es un dulce. Esta variedad se compone de dos o más galletas unidas por un relleno dulce y generalmente bañadas en chocolate, glaseado o azúcar en polvo. El relleno suele ser de dulce de leche, aunque también existen alfajores de frutas, mousse de chocolate y diferentes rellenos.
En Argentina, el alfajor lleva elaborándose desde hace más de 130 años y cada región le da su toque distintivo. Existen así alfajores de Córdoba creados en 1869 por el químico francés Augusto Chammás. También se elaboran en las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero, de Tucumán, y en la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires) se elaboran los famosos Havanna y en general de la mayoría de los lugares turísticos de Argentina.
Entre los alfajores regionales argentinos se destacan el cordobés, relleno de dulces de fruta (generalmente de membrillo), el santafesino, de no menos de tres tapas hojaldradas pegadas entre sí con mucho dulce de leche y todo el conjunto glaseado (se pueden reconocer las preparaciones industriales por no disponer del baño en la parte inferior, ya que se lo realiza sobre placas). También en Santa Fe se puede adquirir el Rogel, de iguales características, pero más grande (del tamaño de una torta chica) y el Tucumano que es conocido también como clarita, está hecho con unas galletitas crocantes como tapas y relleno de dulce hecho con miel de caña. A su vez, en Argentina son muy apreciados y consumidos los alfajores de maicena (tapas hechas a base de almidón de maíz, dulce de leche como relleno y coco rallado alrededor de la unión del alfajor).

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