En un discurso ante empresarios de los dos países, la presidenta Fernández se congratuló por la firma de importantes acuerdos entre el Gobierno argentino y distintas empresas chinas en lo que hace a provisión de material ferroviario (en la provincia de Buenos Aires). También hubo un importante acuerdo entre una empresa privada argentina farmacéutica y una empresa china, precisó la Jefa de Estado. Los intercambios comerciales entre Argentina y China aumentaron de $4.000 millones en 2004 a $14.000 millones en 2008, según cifras oficiales argentinas. China es el “segundo socio comercial luego de Brasil y antes de la Unión Europea”, recalcó Fernández.

El lunes por la noche, durante un encuentro con la prensa argentina, Fernández ya había minimizado el contencioso por el aceite de soya, al juzgar que no había que “dramatizar" y hacer de él una cuestión de vida o muerte que se soluciona en 24 horas o se acaba la

relación entre China y Argentina. Es absurdo, porque no es así, había dicho la mandataria, quien se encuentra en China, desde el domingo, en una visita ampliamente centrada en aspectos relacionados con negocios. Después de Pekín, donde la comitiva oficial se reunirá

hoy miércoles con el primer ministro Wen Jiabao, la jefa de Estado argentina viajará a Shanghái, la metrópolis económica y financiera de la potencia asiática.