En 1880 la ciudad fue separada de su provincia por la Ley Nacional 1029: Buenos Aires se transformó en la capital federal y La Plata se convirtió en la sede de los poderes provinciales. Su desarrollo coincidió con el del país, a partir de fines del siglo XIX comenzó un desarrollo de infraestructura que se detendría sólo durante las grandes crisis nacionales. De 337.617 habitantes en 1880, la ciudad pasó a tener 649.000 en 1895, de los que sólo 320.000 eran nativos. Hacia 1910 la ciudad había alcanzado un desarrollo económico y cultural muy importante con la ampliación de servicios públicos, la construcción de teatros, museos y espacios verdes, que la igualaban a muchas de las capitales de los países más importantes del mundo.