Al principio éramos como huérfanos, los delegados eran de la lista Naranja, del PO. Confiamos en ellos y nos equivocamos. Decían que la cooperativa salía y no era así. Querían imponer sus ideas y éramos cada vez menos compañeros del taller. No había negociación con el Ministerio de Trabajo y la patronal, por eso decidimos cambiar y armamos una cooperativa. Esta semana sale la matrícula y eso nos va a permitir subsidios, trabajos y facturar. Empieza una nueva etapa.

Les dijimos al PO y la Naranja que pensamos por nosotros mismos, que tenemos derecho a decidir y a equivocarnos, le guste o no al que está afuera. Así cambiamos la conducción, votamos autoridades de la nueva cooperativa, que es representativa de todos los compañeros. Tanto no nos equivocamos porque empezamos a avanzar.

PO había anotado 10 compañeros. En esta cooperativa somos 32, queda una minoría que por PO no se anotó. Les decimos que se integren, que luchamos por todos los compañeros, piensen como piensen. A PO le agradecemos el apoyo, pero no deberían pasar factura ni querer que hagamos lo que dicen ellos.

El sindicato vino tarde porque esperaba el fracaso de la Naranja. Ahora nos están ayudando, pero porque vivimos exigiéndoles. Acá no hay burócratas, decidimos los trabajadores y el sindicato lo sabe. PO no acepta sus errores, ni que decidamos democráticamente, dice que el sindicato nos compró. Mentira. Los subsidios los conseguimos luchando, y se reparten en asamblea. Tenemos que crecer en unidad. Ojalá cambien.