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"¿Por qué no un cambio señor legislador?"

...provocar de modo expreso la interrupción del embarazo...”, así define al aborto el diccionario, pero se sabe que es mucho más que eso. Se trata de una cuestión sobre la cuál hay muchas opiniones, en donde entran en juego no sólo temas morales y religiosos, sino también legales.
Ahora bien, ¿es lo mismo estar a favor del aborto que estarlo respecto de su despenalización?
De ninguna manera puede existir en el mundo persona alguna que esté a favor del aborto, ya que ésto implica creer que es correcto terminar con una vida humana. Cualquiera fuere el caso, la mujer que aborta está tratando de encontrar en esta práctica una solución a algo que considera un problema y ésto no significa que tal solución sea algo bien visto por ella. No siempre las decisiones que tomamos en la vida nos dan placer o nos hacen sentir a gusto. Se sabe que abortar no es algo bueno, ya que, desde el momento en que el feto no es, como algunos piensan, un apéndice de la madre sino una vida humana, implica una muerte provocada.

Estar a favor de la despenalización significa dejar de lado las utopías, sumergirse en una realidad triste y cruel, pero cierta. Realidad que nos muestra que el aborto existe en todas las clases sociales, sin importancia del nivel cultural o económico. Pero si están prohibidos, ¿por qué existen? Por una sencilla y simple razón, porque a nadie se lo puede obligar a hacer algo que no quiere, que no desea.

Si una mujer quiere deshacerse de su hijo lo va a hacer de todos modos por más que esté prohibido y penado, la única diferencia que habrá es que lo llevará a cabo de manera clandestina pudiendo provocar dos muertes, la de ella misma y la de su futuro hijo. Qué triste que ésto ocurra, ¿no? Entonces, ¿por qué no un cambio señor legislador? ¿Por qué no legalizar el aborto? La realidad, por más dura que sea, es que existen, que se llevan a cabo y que su despenalización no va a ocasionar un incremento en la cantidad de los mismos. Muchas cosas no están penadas sin que por ello quede inequívocamente determinado su estatuto ético.
Se ha querido resaltar en este ensayo, la diferencia entre estar a favor del aborto o de su despenalización. Es necesario que la gente, y usted, señor legislador entienda que lo correcto es optar por esta última, debido a todos los riesgos asociados que itigarían. De modo tal que le haría usted un bien a la sociedad, si actuara en consecuencia.

 

por el Lic. Mariano Fernandez
Psiquiatra independiente

Lic. Mariano Fernandez

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